1 dic 2008

Seis grados de separación

Hoy quiero hablaros de un tema que me parece por lo menos interesante, es un concepto global que aunque haya discrepancias sobre si es solo una teoría utópica, que no puede globalizarse, el mero hecho de pensar que es en parte posible, nos acerca un poco mas a ser más felices y estar quizás un poco mas unidos.

Esta teoría nació de manos del escritor húngaro Frigyes Karinthy en 1929 en una historia corta llamada Chains. Es una tesis que intenta justificar ese dicho popular que reza que “el mundo es un pañuelo”, o lo que es lo mismo que cualquier persona puede estar unida a otra en cualquier punto del planeta por medio de una cadena (de ahí el titulo de la historia) de conocidos que en base no tiene mas de cinco intermediarios como máximo seis. Este innovador concepto, no está exento de polémica, puesto que mucha gente sitúa a esta teoría en la categoría de utopía o incluso de leyenda urbana, ya que es cierto que si se lleva a niveles globales y tomándolo al pie de la letra las probabilidades de que una persona conozca a otra que este en la otra punta del mundo es remota, cierto, pero no imposible.








Pero indaguemos un poco mas en esta propuesta de Karitnthy. El concepto que se nos presenta está basado en la idea que el número de conocidos crece exponencialmente con el número de enlaces en la cadena, y sólo un pequeño número de enlaces es necesario para que el conjunto de conocidos se convierta en la población humana entera. Aquí es donde las personas más escépticas empiezan a cebarse con esta teoría, ya que como decía es prácticamente imposible que un niño de África pueda conocer al hijo de Obama por ejemplo, pero lo que también hay que reconocer es que es muy fácil que en zonas pequeñas (o no) todas las personas acaben por tener por lo menos un conocido en común, y eso es un ejercicio que podéis comprobar con facilidad, además podemos darle una vuelta de tuerca mas al asunto, ya que, suponiendo que el niño africano hubiera entrado en contacto con algún medico de alguna ONG, que a su vez trabajase para algún cargo relacionado con la ONU, como por ejemplo algún jefe o supervisor que coincidiera en alguna cena con el embajador de EEUU este, llegado el momento, tendría la posibilidad de reunirse con el presidente electo, ergo el niño africano estaría indirectamente en contacto con el presidente y en consecuencia con su hijo.



Quizás os parezca, como se suele decir, “cogido por los pelos” pero es algo que en cierto modo cabe dentro de lo posible, y que da ese cierto “toque” mágico a toda esta vida, ya que nos brinda la oportunidad de creer que todo el mundo puede estar en contacto y ayudar a todo el mundo es posible, pero eso ya rozaría otro tema futuro que seria la cadena de favores, que quizás trate mas adelante. Pero volvamos al tema de hoy, los seis grados de separación, y como se han hecho varios experimentos prácticos desde la década de los cincuenta para demostrar matemáticamente la veracidad de esta teoría. Cómo ejemplo cabe reseñar el trabajo llevado a cabo por Ithiel de Sola Pool, del instituto tecnológico de Massachussets y Manfred Kochen, de la empresa informática IBM, ambos se propusieron el reto de demostrar mediante las matemáticas que eran capaces de enunciar la cuestión "dado un conjunto de N personas, ¿cual es la probabilidad de que cada miembro de estos N esté conectados con otro miembro vía k1, k2, k3,..., kn enlaces?", después de veinte años todavía eran incapaces de resolver el problema a su propia satisfacción, debido en parte a las variables que escapan a los principios matemáticos, como son el destino o el carisma y la predisposición del individuo, por ello no se puede descartar que esta teoría no funcione, porque todo depende de muchos factores, pero es interesante que científicos de esa categoría invirtieran su tiempo en refutar la teoría de Karitnthy, con lo cual pierde consistencia la definición de leyenda urbana, ¿no creéis?

Y no fueron lo únicos ni los últimos, ya que el psicólogo estadounidense Stanley Migram en el año 1967 ideó una nueva manera para demostrar que esta teoría era un acierto, lo llamo “el experimento del mundo pequeño”. Y este ensayo consistió en la selección al azar de varias personas del medio oeste estadounidense, para que enviaran tarjetas postales a un extraño situado en Massachussets, situado a varios miles de millas de distancia. Los remitentes conocían el nombre del destinatario, su ocupación y la localización aproximada. Se les indicó que enviaran el paquete a una persona que ellos conocieran directamente y que pensaran que fuera la que más probabilidades tendría, de todos sus amigos, de conocer directamente al destinatario. Esta persona tendría que hacer lo mismo y así sucesivamente hasta que el paquete fuera entregado personalmente a su destinatario final. Aunque los participantes esperaban que la cadena incluyera al menos cientos de intermediarios, la entrega de cada paquete solamente llevó, como promedio, entre cinco y siete intermediarios. Los descubrimientos de Milgram fueron publicados en "Psychology Today" e inspiraron la frase "seis grados de separación" y huelga decir que, asentó y confirmo de sobra que Karitnthy estaba en lo cierto y que no estamos tan solos como creemos, que todo cabe en este mundo loco y que el ser humano puede estar hermanado en lugar de separado por diferencias prejuiciosas.


Pero como siempre, el mundo se obstina en buscar la negatividad e intentar restar valor a algo totalmente valido, por ello los descubrimientos de Milgram fueron criticados porque éstos estaban basados en el número de paquetes que alcanzaron el destinatario pretendido, que fueron sólo alrededor de un tercio del total de paquetes enviados. Además, muchos reclamaron que el experimento de Milgram era parcial en favor del éxito de la entrega de los paquetes seleccionando sus participantes de una lista de gente probablemente con ingresos por encima de lo normal, y por tanto no representativo de la persona media, con lo que se deduce en cierto modo que tan solo las altas capas de la sociedad podrían tener la posibilidad de conocer a todo el mundo, y eso a parte de ser incierto es discriminatorio y erróneo, puesto que la voluntad y la capacidad de comunicación y entendimiento son iguales para todos los humanos. Así, un madrileño conoce a otros madrileños y lo mismo para cualquier otro tipo de característica como profesión, edad o aficiones.

Pero los seis grados de separación no solo se aplican únicamente para unir a personas físicamente, sino que, gracias al trabajo de personas como las mencionadas y a posteriores estudios llevados a cabo por investigadores de la Universidad Amherst de Massachussets, que descubrieron un nuevo algoritmo para la búsqueda en la red basado en los estudios de esta teoría, se ha avanzado notablemente en el campo de la informática y las comunicaciones particularmente en campos como los antivirus, las búsquedas globales, las wikipedias, los populares facebook (que son una forma de poner en contacto a personas entre si) o las polémicas redes peer-to-peer de descarga de archivos. Parte de los resultados obtenidos en los anteriores estudios dan como resultado que las personas tiende a asociarse con gente que sean similares a ellos mismos, y también sabemos que hay algunas personas que son más gregarias que otras, en base a esto y usando estas dos características aplicadas a la búsqueda del objetivo ( bien sea virus, canción o información), incluso si se desconoce la estructura de la red en su totalidad, es más eficiente que si se busca individualmente.


Sea cual sea vuestra opinión al respecto sobre este asunto, lo que es innegable es que somos personas sociales, que tejemos redes sociales y que interactuamos con el medio, esto conlleva inequívocamente una sucesión de acciones causa-efecto, que aplicadas al tema sobre el que estamos debatiendo nos daría la esencia de esta teoría que viene a ser: “si tu te relacionas y conoces gente, esa gente conocerá a otra gente y esta lo mismo a su vez, con lo cual en futuros encuentros, el que a priori es un desconocido, tal vez no lo sea tanto, puesto que es mas que probable que tengáis algún conocido de por medio, y quien sabe si entre ambos tan solo haya seis personas. No seria maravilloso pensar que si atravesáramos el mundo y llegáramos a las antípodas encontráramos alguien allí que nos conociera y con el que poder compartir experiencias”.


Como ultimo aporte os dejo un enlace de un juego de ordenador creado por Brett C. Tjaden que usó la Internet Movie Database para documentar las conexiones entre diferentes actores con Kevin Bacon. Es sencillo escribid el nombre de un actor, actriz e incluso cantante y veréis como están relacionados con el Sr, Bacon en seis personas o menos, interesante y entretenido ( como cosa curiosa, aparece hasta Hitler). Que tengáis un buen día y no olvidéis valorar el contenido para futuras entregas.

http://oracleofbacon.org/

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