24 dic 2008

¿Qué es la Navidad?

La Navidad como la entendemos ahora es una fiesta comercial e hipócrita que carece de todo sentido lógico, histórico y religioso que nace de las mentes perturbadas de los grandes comercios, impulsados por el omnipresente capitalismo, ya que se basa en un culto al dinero tamizado por falsas promesas de humanidad imbuidas por el espíritu navideño y que no une, sino que separa a los pueblos.

No amigos, la Navidad es algo más, no es un momento ni una estación, y por supuesto que no tiene nada que ver con los impulsos comerciales con los que somos bombardeados año tras año, sino que es en si un estado de la mente que expresamos con el corazón. La Navidad es ternura del pasado, es valor para afrontar el presente y esperanza para un futuro. Es el deseo más sincero de que cada persona en el mundo rebose con ricas bendiciones, eternas y no basadas en materialismos, que cada persona pueda tener un lugar donde cobijarse y un alimento que llevarse a la boca. La Navidad es el estado físico del alma, la Navidad es una sonrisa, es una ilusión, es un anhelo para que cada camino, cada paso que demos, cada palabra que pronunciemos nos acerque los unos a los otros y nos conduzca a la paz, que es el único regalo que debe darse en Navidad. Pero ahora indaguemos en el origen de la natividad, de cómo se creo y de cómo ha evololucionado hasta nuestros días, siempre teniendo claro en todo momento el párrafo anterior que es lo que, bajo mi punto de vista, debería ser la Navidad, un pensamiento positivo durante todo el año no solo en días concretos y bajo esperanza de recompensa.

La Navidad o Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’, es una de las fiestas más importantes del Cristianismo, junto con la Pascua y Pentecostés, que celebra el “nacimiento” de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana. Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte), con lo cual y basándonos en estas premisas la celebración de la Navidad en diciembre es ridícula por mucho que la iglesia se empeñe en defender este hecho, sobre todo escudándose en que no puede celebrarse en las fechas mencionadas porque ya celebran la Pascua, absurdo. Los orígenes de ésta celebración, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Grecia y Roma), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo, por ello se hace una alegoría en relación con Cristo representado en forma de dios solar hecho que queda patente en mosaicos del siglo III d.C. en las grutas vaticanas de la Basílica de San pedro.

Pero profundicemos un poco mas en este tema en concreto, acerca de la verdadera fecha de nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Como dato curioso y relevante hay que mencionar que el dato más antiguo que se tiene acerca de la fecha de la Navidad se remonta cerca del año 200 en la ciudad que albergó la mayor biblioteca y muestra del conocimiento antiguo, Alejandría, donde Clemente de Alejandría indica que varios teólogos egipcios cifran con asombrosa exactitud el día real del advenimiento de Cristo en el 20 de mayo del vigésimo octavo año de Augusto. Pero la Iglesia católica esta información la pasa por alto y en el Concilio de Nicea celebrado en el 325 se fija oficial mente el 25 de diciembre como “Díes nativitatis et epifaníae”. Y esto continuó en aumento bajo el amparo y las peticiones de “ilustres” Papas como Julio I, Libero y Gregorio Nacianceno, que hizo además la primera mención de un banquete hacia el 380, echo que se fue extendiendo desde Antioquia hasta Egipto y que ha llegado hasta nuestros días.
Estos Papas contribuyeron a que esta farsa cobrara forma, pero sin duda uno de los más importantes fue el Papa Julio I que, observando las celebraciones en honor a Saturno llevadas a cabo por el imperio romano durante la semana del solsticio y que llegaban a su apogeo el mencionado 25 de diciembre, llego a la conclusión de que la mejor forma que tenia para que los romanos se pudieran convertir con facilidad al cristianismo sin abandonar sus festejos era que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa fecha, este hecho fue aprobado en el año 350. En torno a esta ultima línea de conversiones adecuadas a las celebraciones ya existentes, hay que hacer mención del emperador romano Constantino I el Grande, que se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos, todo un “sacrificio” por la causa, y la primera muestra de la capacidad corruptiva de la iglesia, ya que la verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por ésta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha.

Es mas durante la reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes llamándola "trampas de los papistas”, también fue considerada como una maniobra llevada acabo por la “bestia” (Satanás) debido a su relación con el catolicismo en comunión con el paganismo antiguo. Pero la Navidad también fue mal vista e incluso prohibida durante mucho tiempo en toros lugares como Inglaterra o Estados Unidos, donde los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad y su celebración fue declarada ilegal en Boston, de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa, aunque en la actualidad a recuperado popularidad gracias a todo el influjo consumista y capitalista que empuja ese gran país. De modo que esta fiesta a pasado por malos momentos, estando prácticamente a punto de desaparecer en numerosas ocasiones, de hecho importantes escritores de la talla de Charles Dickens tuvieron que desempeñar un papel muy importante para lavarle la cara a esta fecha de tan dudosa procedencia que tantas ampollas estaba levantando escribiendo la que seria, por excelencia la obra que reviviría la Navidad y su espíritu, que no es otra que Un Cuento de Navidad, una historia entrañable que hace hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.

Para ir terminando este extenso y puede que en algunos puntos disperso, debido en parte a la dificultad para resumir y reubicar tantos conceptos importantes en torno a este fenómeno, por ello pido disculpas y espero que por lo menos os sea interesante, si hay algún error de peso mandadme un email e intentare subsanarlo. Bien, volvamos sobre un tema pendiente, puesto que tras leer todo esto quizás aun no tengáis muy claro que celebrar la navidad el día 25 es algo erróneo, por ello vamos a calcular la fecha gracias a los evangelios. La Biblia es una estupenda fuente para desmitificar todos los falsos conceptos que se tienen del cristianismo, como la edificación de templos, la adoración de imágenes o la celebración de la Navidad. Bien para esta ultima hay que buscar en Lucas 1:5-8 que afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo Abdias oficiaba en el Templo de Jerusalén, y según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. Esto nos lleva leer lo que relata 1 Crónicas 24:7-19 que indica que existían 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdias le correspondía el octavo turno. Bien, y pensareis ¿Qué significa todo esto?, Pues es algo muy sencillo y puramente matemático, puesto que contando los turnos desde el comienzo del año, a este mencionado grupo le correspondía servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo.) Siguiendo esta premisa hipotética, si los embarazos de Isabel y Maria fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre, esta fecha seria compatible con la indicación dada por Lucas 2:8, según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre, no creéis que es algo para pensar.

En fin, espero que os haya gustado, que comprendáis que no odio la Navidad, ni mucho menos, lo que odio es que sea algo falso, hipócrita, carente de sentido histórico y sobre todo altamente consumista. Vuelvo a resaltar que lo que debería prevalecer de la Navidad es el espíritu de bondad, caridad y fraternidad, que tendría que permanecer presente entre nosotros durante los 365-6 días del año. Para unir a los hombres, mujeres y niños del mundo al margen de creencias, ideologías y demás estupideces promovidas por el ser humano para enriquecerse a causa del dolor ajeno, felices fiestas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejeje el post prometido...
Como siempre tan ecológico, concienciador, culto y rayante jeje creo q estas cosas son demasido pa mi, pero es curioso. lo peor esq de una forma u otra tos acabamos pasando por el aro.

Feliz Navidad!!

Carol.

CACHONDOMEIN (DIEGO) dijo...

Cosas sorprendentes como esta hacen que compre mas juegos de +18. Y para que lo sepas "La tradición de poner el pesebre data del año 1223, en la Navidad de una villa italiana cuando San Francisco de Asís reunió a los vecinos de Grecio para celebrar la misa de gallo. En derredor de un pesebre, con la figura del Niño Jesús, moldeada por San Francisco, se cantaron alabanzas al Misterio del Nacimiento; el momento más solemne de la misa la figura inmóvil pareció adquirir vida". Ahi es naa.